Te dejamos dos poesías de José Luis Hidalgo. Anímate a leer muchas más. En la biblioteca te están esperando.
TORMENTA
La tarde quiso cantar
una canción larga y clara
se le murió en la garganta.
Tristes lirios cenicientos
por el poniente lloraban
lágrimas de azul y rojo
entre las brisas aladas.
Vírgenes negras venían
poblando el viento de espadas
y el cielo empezó a gemir
llantos obscuros de agua.
La tarde se quedó sola
con las greñas desatadas
sueltas al aire de plomo
que se llenaban de plata.
Sus muslos verdes y tersos
en la soledad temblaban
frías preguntas a un aire
de respuestas apagadas.
La tarde quiso cantar
una canción larga y clara
y un gran suspiro de luz
se le murió en la garganta.
JOSÉ LUIS HIDALGO
¡Qué brisa se despertó
en la madrugada pálida!
¡Que asesinato de sombras
ante las luces del alba!
El gallo cantó a la aurora
una diana despeinada
mientras palacios de luz
despacio, se derrumbaban
y el aire se iba poblando
de gritos y puñaladas.
Por el viento se perdian
galopes de largas patas,
suspiros de lejanías
en luces, finales, blancas.
El cielo como un gran cofre
se fue poblando de plata.
Las claridades del dia
en arcos de tensa palma
iban sacando a la noche
de su destierro de escarcha.
JOSÉ LUIS HIDALGO
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